Todos en algún momento hemos dicho esta expresión: “Si tan solo hubiese hecho esto o aquello”. Esa frase dice que una acción o una palabra pudiera haber cambiado el rumbo de nuestra propia historia. También esta frase que la gran mayoría ha dicho, para no decir todo el mundo, muestra que en algún momento nos hemos arrepentido de algo. Entonces, la tesis que tienen algunos de no arrepentirse de nada es una gran farsa. Arrepentimiento, sea grande o pequeño, sigue siendo lo mismo: Arrepentimiento.
Un trabajo, un camino, una carrera, un amor, etc.,… en algún momento nos hemos arrepentido de una decisión. Los orgullosos dirán que nunca ha tenido que arrepentirse, sino mas bien “a lo hecho pecho”. Esa es una actitud de conformismo.
El arrepentimiento nos permite volvernos (como es su concepto) de un proceder, es un cambio de algo malo a una situación que puede ser buena. Pero hay que tomar el riesgo, hay que ser valiente. El arrepentimiento, en cierta manera, muestra seguridad que el cambio va a ser positivo.
Si en el pasado tuvimos un amor que nos causo dolor, el arrepentimiento nos hace mejorar nuestro criterio de selección. Nos ayuda a no repetir los errores del pasado y tendremos la certeza que el cambio será para bien, además que crecemos emocionalmente. ¿Que se tropiece con la misma piedra? Hummmm… eso es lo bueno de vivir, no tenemos límites para “probar” el arrepentimiento. Puede arrepentirse como usted quiera y cuando quiera. Disfrute, viva el arrepentimiento y vera los resultados.
