Terminar una relación amorosa es la cosa más difícil que hay en esta vida. Aunque no lo crean, es así. Siempre se piensa en la planificación y los efectos posteriores. Por ejemplo, en qué lugar se va a hablar para terminar (esto es importante), los lloros (como reaccionar a estos), habrá vidas envueltas (¡es que me voy a matar!), solo por nombrar unas cuantas. Ah y se me olvidaba, la famosa frase que hace que todas las alarmas se enciendan: «tenemos que hablar».
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